OBESIDAD Y CÁNCER

Desde hace algunos años se sabe que la obesidad aumenta el riesgo de adquirir ciertos tipos de cáncer. En el año 2001, los expertos de la Sociedad Americana contra el Cáncer concluyeron que la obesidad estaba directamente relacionada con el cáncer de colon, mama (después de la menopausia), endometrio (el revestimiento interno del útero), riñón y esófago. Algunos estudios clínicos también han indicado que existen enlaces signficativos entre la obesidad y el cáncer de la vesícula biliar, hígado, próstata, ovarios, páncreas y Linfoma no Hodking.

Cada año se detectan alrededor de 41,000 nuevos casos al año de cáncer relacionados directamente con obesidad en los Estados Unidos. Es decir, cerca del 3.2% de todos los casos nuevos de cáncer están relacionados con la obesidad. Además, personas obesas tienen una mayor probabilidad de morir a consecuencia de un cáncer. Investigaciones han revelado que la obesidad es responsable por lo menos del 20% de muertes por cáncer en mujeres y del 14% en hombres. Los hombres obesos presentan tasas de mortalidad por cáncer 52% más altas que hombres de peso normal. La tasa de mortalidad es 62% más alta en mujeres obesas. Se estima que 90,000 personas mueren al año por varios tipos de cáncer directamente relacionados con la obesidad.

Siendo un hecho tan frecuente, es increíble que las personas no conozcan de la relación entre obesidad y el cáncer. Una encuesta indicó que solo 1% de las personas sabían que mantener un peso saludable era una manera efectiva de reducir el riesgo de contraer cáncer.

Obesidad y cáncer de mama

El efecto de la obesidad sobre el riesgo de cáncer de mama se relaciona a la menopausia. Antes de la menopausia, las mujeres obesas tienen un riesgo menor de padecer cáncer de mama que mujeres no obesas. Sin embargo, después de la menopausia, las mujeres obesas tienen un riesgo casi el doble de padecer este tipo de cáncer.

Se cree que esta relación es debido a los niveles más altos de estrógenos en mujeres obesas. Antes de la menopausia, los ovarios son la fuente principal de estrógeno. Después de la menopausia, el tejido graso pasa a ser la fuente más importante de estrógeno. De tal forma que los niveles de esta hormona son entre un 50% y 100% más elevados en mujeres obesas. Por consiguiente, el tejido mamario está expuesto a más estrógeno, lo que lleva a un crecimiento más rápido de tumores de mama que responden a esta hormona.

Subir de peso durante la vida adulta es el indicador más consistente y más fuerte de riesgo de cáncer de mama. Se calcula que se poderían evitar cerca de 18,000 muertes por año por cáncer de mama en mujeres estadounidenses mayores de 50 años si éstas mantuvieran un peso saludable. Además, se ha comprobado que la tasa de mortalidad de cáncer de mama es más elevada en mujeres obesas. Esto se debe a que hay más tejido mamario y, por consiguiente, la detección por autoexamen es más tardía.

Obesidad y cáncer de útero

La obesidad ha sido constantemente relacionada con el cáncer de endometrio (la cobertura interna del útero). Las mujeres obesas tienen de dos a cuatro veces mayor riesgo de padecer esta enfermedad que mujeres delgadas, sin importar el estado de la menopausia. Se calcula que la obesidad es responsable de alrededor de 40% de los casos de cáncer de endometrio. Se cree que tiene relación con los niveles elevados de estrógenos e insulina.

Obesidad y cáncer de colon

La obesidad está directamente relacionada con cáncer de colon, principalmente en hombres. Esto se da porque, al contrario del cáncer de mama y endometrio, los niveles elevados de estrógeno parecen proteger a la mujer de desarrollar este tipo de cáncer. El riesgo es igual en hombres y mujeres después de la menopausia, incluso en pacientes que toman estrógenos como terapia hormonal.

Recientemente se sugirió una relación genética entre la obesidad y el cáncer de colon. Según una publicación en la Journal of the American Medical Association, científicos de la Universidad de Alabama demostraron que heredar un gen llamado Adipoq (que provoca la formación de adiponectina) reduce en un 30% el riesgo de padecer cáncer de colon. Además, ce cree que los niveles elevados de insulina o de los factores de crecimiento relacionados con la insulina en la gente obesa promueven el desarrollo de estos tumores.

Obesidad y cáncer de riñón

El riesgo de padecer cáncer de riñón es hasta cuatro veces mayor en personas obesas, principalmente en mujeres. Se ha descrito que personas con sobrepeso tienen un riesgo 36% más alto y personas obesas un riesgo 84% más alto de padecer esta enfermedad que personas de peso saludable. Se desconoce exactamente el mecanismo de esta relación, sin embargo una mayor producción de esteroides sexuales (estrógenos y andrógenos) pueden estar involucrados.

Obesidad y otros tipos de cáncer

Personas obesas tienen dos veces más riesgo de padecer cáncer de esófago y la porción proximal estómago que personas de peso normal. Se cree que es debido al reflujo de ácido hacia el esófago por el aumento de presión abdominal en personas obesas.

Se ha encontrado un mayor riesgo de cáncer de la vesícula biliar relacionado a la obesidad, principalmente en mujeres. Esto puede deberese a la frecuencia más alta de cálculos en la vesícula biliar en personas obesas, considerados como un factor fuerte de riesgo de padecer cáncer de la vesícula.

La relación entre la obesidad y el riesgo de padecer cáncer de ovarios, páncreas, próstata parece ser menos directa. Algunos estudios han demonstrado una elevación muy modesta del riesgo de padecer estos tipos de cáncer en personas obesas.

Reducción de peso y riesgo de cáncer

La buena noticia es que bajar de peso reduce el riesgo de cáncer. Un estudio publicado en Julio de 2008 por un grupo de investigadores de la Universidad McGraw Hill de Montreal demostró que pacientes que se someten a cirugía de reducción de peso reducen significativamente el riesgo de padecer cáncer hasta en un 80%. El beneficio es en varios tipos de cáncer, incluyendo páncreas, piel, útero y linfoma no Hodking. Particularmente se vio una reducción de riesgo de padecer cáncer de mama (85%) y de colon (75%).

Similares resultados se han visto en reducción del riesgo de muerte consecuencia de problemas cardíacos, diabetes y cáncer en pacientes sometidos a cirugía de reducción de peso.

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CIRUGÍA DE REDUCCIÓN DE PESO

La obesidad es la segunda causa más frecuente de muertes prevenibles en Guatemala debido a que está directamente relacionada a la diabetes, presión alta, síndrome metabólico, apnea del sueño y muchas otras enfermedades incluyendo el cáncer. Independientemente del tipo de cirugía de reducción de peso (cirugía bariátrica), la pérdida de peso resulta en una resolución completa de la mayoría de enfermedades asociadas a la obesidad en más del 80% de los pacientes. En el resto de pacientes, estas enfermedades mejoran considerablemente luego de bajar de peso. Por consiguiente, no se trata de una cirugía estética, se realiza por salud, pero los resultados estéticos van de la mano.

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Cirugía de Reflujo

El reflujo esofágico se define como el retorno de contenido del estómago hacia el esófago. Es una enfermedad crónica y progresiva, difícil de controlar que se presenta como una enfermedad sin síntoma alguno o bien como una enfermedad incapacitante. El tratamiento depende de la severidad de los síntomas y si hay complicaciones de la enfermedad. En Guatemala, alrededor del 50% de los pacientes que padecen de esta enfermedad necesitan medicamentos de por vida para controlar los síntomas. La cirugía de reflujo esofágico tiene resultados altamente satisfactorios y es actualmente la ÚNICA alternativa que cambia DEFINITIVAMENTE la historia natural del reflujo esofágico.

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