Según un estudio realizado por el Instituto Nacional del Cáncer de Bethesda, en Estados Unidos, las personas mayores de 50 años que sean obesas, aunque no padezcan ninguna enfermedad crónica ni hayan fumado nunca, tienen entre 2 y 3 veces mayor riesgo de morir en la siguiente década de su vida que las personas de la misma edad en sin sobrepeso. Los investigadores del estudio, que acaba de publicar “The New England Journal of Medicine», concluyen también que las personas con sobrepeso presentan, asimismo, un mayor riesgo.
Para llegar a esta conclusión, los científicos han revisado los datos a 10 años de una cohorte de más de 520.000 personas, todas ellas entre 50 y 71 años. A finales de 2005 habían muerto 61.000. Hubo una relación en forma de “U” entre el índice de masa corporal (IMC) y la mortalidad, con el mayor riesgo en las categorías más altas y más bajas de IMC. Se consideró por debajo del peso a las personas con un IMC inferior a 18,5, normopeso entre 18,5 y 24,9, sobrepeso de 25 a 29,9 y obesidad por encima de esta cifra.
Tras excluir a las personas con enfermedad preexistente, la asociación pasó a ser en forma de “J” a los 50 años, con un riesgo incrementado para las personas con sobrepeso u obesas. Además, tras excluir a los que nunca habían fumado, el riesgo de muerte fue incluso mayor en las personas con un peso por encima del normal. En las personas con sobrepeso, pero no obesas, que nunca habían fumado y estaban sanas el riesgo fue un 20-40% superior que las que presentaban normopeso.
Para los autores, los procesos fisiopatológicos que probablemente influyen en la conexión entre IMC y riesgo de muerte incluyen la resistencia a la insulina, trastornos lipídicos, alteraciones hormonales e inflamación crónica.
Obesidad y riesgo de enfermedad
La obesidad consiste en una acumulación excesiva de grasa en el organismo, incrementándose el riesgo de padecer algunas enfermedades y el riesgo de muerte. Esta grasa se puede acumular preferentemente en el abdomen, como ocurre en el varón (obesidad con forma de manzana), o en las caderas y nalgas (obesidad en forma de pera).
El mejor método para saber si un persona es obesa y la gravedad de la obesidad es calcular el índice de masa corporal (IMC) que relaciona el peso con la altura de cada sujeto según la fórmula: Peso (en Kilogramos)/Altura² (en metros). Se considera que un sujeto tiene un peso normal cuando el IMC está entre 18,5 y 25. Si está entre 25 y 30 se considera que la persona tiene sobrepeso y si es mayor de 30 se considera obeso. Un IMC mayor de 40 indica obesidad grave, en cuyo caso el paciente debe recibir tratamiento médico, ya que el riego de padecer diabetes mellitus, enfermedades del corazón y piedras en la vesícula biliar aumenta desproporcionadamente.
La obesidad es la segunda causa más frecuente de muertes prevenibles en Guatemala debido a que está directamente relacionada a la diabetes, presión alta, síndrome metabólico, apnea del sueño y muchas otras enfermedades incluyendo el cáncer. Independientemente del tipo de cirugía de reducción de peso (cirugía bariátrica), la pérdida de peso resulta en una resolución completa de la mayoría de enfermedades asociadas a la obesidad en más del 80% de los pacientes. En el resto de pacientes, estas enfermedades mejoran considerablemente luego de bajar de peso. Por consiguiente, no se trata de una cirugía estética, se realiza por salud, pero los resultados estéticos van de la mano.
El reflujo esofágico se define como el retorno de contenido del estómago hacia el esófago. Es una enfermedad crónica y progresiva, difícil de controlar que se presenta como una enfermedad sin síntoma alguno o bien como una enfermedad incapacitante. El tratamiento depende de la severidad de los síntomas y si hay complicaciones de la enfermedad. En Guatemala, alrededor del 50% de los pacientes que padecen de esta enfermedad necesitan medicamentos de por vida para controlar los síntomas. La cirugía de reflujo esofágico tiene resultados altamente satisfactorios y es actualmente la ÚNICA alternativa que cambia DEFINITIVAMENTE la historia natural del reflujo esofágico.
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