En Guatemala se ha practicado el procedimiento en unos 20 pacientes con diabetes tipo 2 y todos, sin excepción, se han curado. La operación consiste en hacer una modificación del bypass gástrico, originalmente diseñada para personas con obesidad. Guatemala es uno de los cinco países en Latinoamérica donde se lleva a cabo la operación.
Los carbohidratos que comemos se convierten en glucosa, la principal fuente de energía de las células del cuerpo. Para poder utilizar la glucosa se necesita la producción de insulina por parte del páncreas. En algunas personas con diabetes tipo 2 el páncreas no produce suficiente insulina. En otras, la insulina que producen es bloqueada y no surte su efecto adecuadamente. Como consecuencia, la glucosa se acumula en la sangre.
La historia de esta cura para la diabetes tipo 2 se remonta a los inicios de la cirugía bariátrica en 1950, cuando se inventó el bypass gástrico como cirugía de reducción de peso. Esta cirugía consiste en desconectar el estómago y la primera porción del intestino delgado (llamada duodeno) para que la comida llegue directamente a la porción media del intestino. En el duodeno es donde se producen las hormonas que bloquean la función de la insulina. Como la comida ya no pasa por el duodeno, estas hormonas no se producen y la función de la insulina se normaliza. Además, la comida llega más rápido a la porción más lejana del intestino, donde se producen las incretinas, hormonas que mejoran la función de la insulina.
Los médicos empezaron a darse cuenta de que los pacientes diabéticos que se sometían a la operación buscando resolver su problema de obesidad se curaban de su diabetes en pocos días, incluso antes de bajar una cantidad considerable de peso. Para 1992, la comunidad médica ya hablaba del tema, en búsqueda de una solución que produjera los mismos resultados en aquellos pacientes que no necesitan perder peso. La solución fue saltearse el duodeno, sin dividir el estómago. Como no se producen las hormonas que bloquean a la insulina, la diabetes tipo 2 desaparece a corto plazo. Así es como nace la “cirugía metabólica”.
No todo el mundo es candidato para la operación. Primero, la diabetes debe ser de diagnóstico relativamente reciente. Además, la diabetes no debe ser severa; un paciente que ha tenido complicaciones por la enfermedad, como ceguera, gangrena o problemas renales puede no ser candidato para la operación.
El Dr. Rodrigo González Toledo es uno de los dos cirujanos guatemaltecos que llevan a cabo el procedimiento en Guatemala. Hemos operado a gente entre 23 y 65 años, lo importante no es la edad, sino cuándo fueron diagnosticados. El peso de los pacientes tampoco influye. En caso de que el paciente necesite bajar de peso se practica un bypass gástrico, de lo contrario, se hace el bypass duodenal. Guatemala se une a sólo otros cuatro países en América Latina en ser pionera en realizar este tipo de operaciones: Brasil, México, Costa Rica y República Dominicana.
La obesidad es la segunda causa más frecuente de muertes prevenibles en Guatemala debido a que está directamente relacionada a la diabetes, presión alta, síndrome metabólico, apnea del sueño y muchas otras enfermedades incluyendo el cáncer. Independientemente del tipo de cirugía de reducción de peso (cirugía bariátrica), la pérdida de peso resulta en una resolución completa de la mayoría de enfermedades asociadas a la obesidad en más del 80% de los pacientes. En el resto de pacientes, estas enfermedades mejoran considerablemente luego de bajar de peso. Por consiguiente, no se trata de una cirugía estética, se realiza por salud, pero los resultados estéticos van de la mano.
Our digestive system is designed as a one-way street: food goes from our mouths to the esophagus and into the stomach, where the digestion begins, and the nutrients reach the intestines where they are absorbed into the blood. Esophageal reflux occurs when part of the stomach contents (like food, gastric acid, bile, etc.) return to the esophagus.
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